Luas y sus reales soluciones

Luas está en cuarentena. Todos saben que está infectado por un alien aunque no saben porque no ha salido el parásito ya por la barriga de Luas. Luas tampoco entiende nada, ¿Se habrá simbiotizado el ADN alienigena con el adn de Luas, adn que contenía la cocaina azul adulterada por el Nigrojaque? Luas quería empezar una nueva vida, sólo hacía 2 años que estaba en la serie y ya habían hecho de todo con él... esta segunda temporada había sido nefasta... "Luas y sus putas soluciones"... ¿Cómo podía tener ese nombre semejante concepto artístico? Ahora se tomaría unas vacaciones ya que la siguiente temporada contaba la vida de Luas y sus problemas a través de unos niños que cantan canciones y un cura los intenta prostituir. Realmente asqueroso. ¿Cómo podía ser Luas y sus problemas tan sucio y a la vez intrigante y desconcertante sin caer en la pedanteria o el desvirtuosismo? Luas sabía la solución, porque ya se había leído el guión. Aquel final no le gustaba y quería discutirlo con los productores de la serie, que no parecían dispuestos a escuchar, entre ellos el Nigrojaque.

Ahora, sin embargo, algo había cambiado. El alien lo había cambiado todo, ahora iba a tener un hijo y iba a tener un pequeño monstruito. Luas se ruborizó en el interior de su celda.

- ¿Cómo puedo abrir el blog? - Dice Borja.
- Tienes que meter la contraseña que ahora te diré - Dice Ro.
- A ver, hemos de cambiar un poco el guión, Luas está algo apenado ¿no crees? Este tomo va de soluciones, y de las reales.
- Tienes razón, Borja. Hemos de amar más y dejar de decir escribir tantas barbaridades. Seguro que se nos ocurre algo mejor que esto del alien.

Por aquel entonces Luas estaba viajando por el mundo, cómo siempre. Lo único que cambiaba es que estaba embarazado y eso es un acto de amor muy grande del universo porque cuando alguien tiene un hijo pierde la condición de hombre o/y mujer para convertirse en padre o/y madre.

"Así es, por aquel entonces estaba escuchando a los King Gizzard & The Lizard Wizard, los Dinosaur Jr. o los discos más importantes para de la Iguana para familizarme con el mundo reptiliano y cómo educar esa parte del cerebro con la que nacemos todos los humanos. Para ello decidí ir a parar al Tibet dónde me esperarían reales soluciones a lo que estaba por llegar..."

Ro estaba bostezando mientras leia la última Vogue. Se encontraba en la cosulta del psicólogo. Estaba esperando su turno pues al quedarse sin trabajo después de que lo despidieran de la segunda temporada de "Luas y sus problemas" (y quien sabe la tercera) necesitaba recuperar el tiempo perdido y empezar a solucionar su vida. Cómo le gustaba el psicoanalisis y era un auténtico explosonista de la mente visitaba a Rodolf, el psicólogo que le había recetado la productora para que pudiera seguir trabajando con total normalidad en la cafetería de la serie. El sabía que no estaba loco, que había comprado flores a unos unicornios alados cuando dejo a Javichulo a solas con el cura de pequeño por primera vez... pobres diablos, cuanto por solucionar, ellos lo sabían, así se construye el drama.

Borjamari por su parte no había ido con nadie de esta gente al mismo seminario, él era un rara avis en la serie. Nadie sabía de dónde venía aunque siempre había estado allí, oculto, en la serie. Se lo veía pasar entre la ropa de los camerinos vestido de auxiliar de cámara o a veces barriendo el escenario vestido de chacha cómo si ese trabajo tan bajo le correspondiera... Borjamari se había dejado la barba por aquella época ya que era la forma que tenía de practicar mejor sexo oral a las mujeres. Sabía muy bien lo que les excitaba a las mujeres ya que tenía un libro de conjuros para el amor y cuando las hablaba y se tocaba la larga barba de 91 cm las mujeres se quedaban rendidas a sus pies se arrancaban las bragas a mordiscos. Borjamari era como un oso de peluche muy grande pero no tanto como Miki. Borja era mas desgarbado y le gustaba correr porque era la forma de escapar de las mujeres. Su obsesión por las mujres le creó muchos problemas, por lo que decidió meterse en la serie y esconderse durante una temporada o dos en los problemas de Luas aunque acabaron siendo más varias temporadas...

"Ellos eran todos muy guays del Paraguay, se creían la monda. Me habían dejado de lado en Polonia mientras hacía mi vida reformandome con una novia a la que quiero mucho y me ayuda a olvidaros ya que soys unos sociopatas. Sinceramente, mira que hacerme pasar por gay... que me llameis Javichulo, vale, tiene un pase, però lo de enrollarme con Luas... vaya, menudos payasos, ¿creeis que la gente os va a creer a vosotros o a mí, el Javichulo? Anda ya, menos mal que por fín me dejais escribir unas lineas, con lo sólo que me encuentro este invierno... me acuerdo que todos acabasteis fatal en mi boda, la última vez que nos vimos... sólo tengo dos videos... uno sale Luas vomitando y otro salimos todos vomitando encima de Luas... vaya, creo que al final hubo heridos y todo, menos mal que esta vez nadie murio... estamos a salvo por ahora si Luas se porta bien y deja a sus amigos tranquilos y medita un poco en el Tibet"

Cómo siempre Javichulo estaba furioso por su falta de protagonisto. Sabía que tenía que volver a suplantar a Jose Jones y re-escribir el guión de toda la serie desde el primer problema. Por suerte, la serie aún era joven y todo el futuro apocalíptico con los Titanes no había pasado y Javichulo sabía que podía cambiar los acontecimientos del futuro, de dónde de venía. Para empezar, una cosa tenía que cambiar, la historia con el cura...

Mientras Miki estaba sentado en el columpio, algunos de los niños estaban jugando a los tazos en un rincon del patio. Era un dia soledado con alguna nube, en general buena temperatura para pervertir a niños. Eso lo sabía bien el cura, era el día que había elegido para empezar su enfermiza necesidad de jugar con esos pobres niños inocentes sin conocimiento... Javichulo está junto a Luas enseñandole la pilila mientras mea en los arboles del parque, los dos se rien, tienen 5 años. En esas Luas le mea a Javichulo y este se enfada, se empiezan a empujar con los pantalones aún bajados. A la que se tranquilizan se suben los pantalones y se unen al resto de niños que están jugando a futbol que son Sebas, Ro, Donovan, Smithers y Luis Ruiz. Por su lado Miki sigue en el culumpio con su piruleta. Son las 4 de la tarde, casi hora de ir a catequesis y los niños aún no saben lo que les espera... el cura tampoco. No sabe que Javichulo del futuro viene con una katana para aniquilarlo.

- Luas, ¿quieres dejar de hacer trampas? Siempre igual, jugando a ser Dios. - dice Javichulo mientras le quita un tazo de la mano.
- Eeeh, es mío, me lo he ganado... - dice Luas.
- Niños, portaos bien, dejad de jugar. - dice el cura que les merodea.

De esas que ya muy irritado, viendo que no paran de reñir coge a Javichulo de la oreja y lo levanta del suelo.

- ¡Ven aquí mequetrefe! ¿no te he dicho que dejaras de jugar? Vas a ver lo que es bueno...

El cura levanta la mano con la intención de azotar al pequeño Javichulo y ¡ZAS!
Corte de cuaja, la mano del cura es cercenada por la katana del viejo Javichulo.

- ¡Aaah! Aaaha!¡Mi mano!¡Desgraciado!¡Me has cortado mi mano!¡Aaaahhh! - gritado horrorizado el cura.

¡ZAS!  Adiós cuello.

-¡Corte!¡Llamen a la policia!¡Alarma!¡Sacad a ese psicópata del escenario!¡Vamos, deprisa! - el director con las manos en la cabeza se levanta de su silla de director, mira hacia un lado, mira hacia otro y sale corriendo por la puerta de emergencia mientras el resto del equipo agitado también corre de un lugar a otro sin saber que hacer con esta situación tan macabra. Los que están cerca de Javichulo no saben que hacer, este aún sigue dandole espadazos al cadaver del actor que hace de cura en la serie.

- ¡Toma, toma! Esto por todo lo que me hiciste en la segunda temporada, ahora he cumplido mi veganda - grita Javichulo del futuro con los ojos en sangre mientras no deja de cortar en trocitos lo que queda de Bill, el actor que hace de cura- podeis estar tranquilos que no os haré nada aunque voy a hacer carne picada de este psicopata que me abofeteo cuando tenía 6 años...

Ro mientras le cuenta todo esto al psicólogo, este no deja de escribir y decir palabras como "continua", "vaya" o "interesante. Sobretodo exprexiones del tipo "uhmmm", "ahaaa" o "ehmmm, si". El psicologo no deja de escribir, le sudan las manos y también los pies. Empieza a sudar tanto que se pone nervioso y abre la ventana. . Ro no deja de contarle todo esto rápido y con voz enérgica, tumbado en el divan, de espaldas al psicólogo. Gesticula de vez en cuando aunque siempre sin poder ver al psicólogo de cara, Rodolf. Este se quita la chaqueta, el sudor empieza a ser insportable, aunque no puede parar de escribir, empieza a marearse, aunque tiene que quedarse con todo detalle de lo que está relatando Ro sobre la escena. Rodolfo cae finalmente exausto al suelo.

Las ramas de los árboles se mueven suavemente, no hace mucho que cayó el sol detrás de las colinas.
El Nigrojaque se pasea tranquilo con su corcel por el rancho que heredó de su tía-abuela Doris. Está pasando una buena temporada después de conseguir parte importante de la serie y nada más empezar. Al haber vivido tanto esta experiencia se ha vuelto un verdadero erudito de los viajes cuánticos para resolver problemas con soluciones reales o también para crear problemas dentros de los problemas para hacerlos más problemáticos. En definitiva, hacer de malo para que la historia no sea lineal y aburrida, sin nada de acción ni emoción. Todo eso lo sabe el Nigrojaque y por eso decide adoptar ese papel tan chulesco y varonil delante el público de la serie. Por otro lado, esta noche tiene invitados en una importante fiesta que celebra en su castillo hungaro. Está cogiendo frío, decide entrar el caballo a su cuadra.

La luna empieza a salir, Luas acaba de llegar al hostal dónde empezará su viaje espiritual hacia el monasterio Yu Hang. Deshace su maleta y se dispone a leer los mensajes que tiene en el whatsapp: Un montón de mensajes de feliz navidad, su madre preguntándole que si está bien y que si está bien, que se quede donde está y no vuelva nunca, más mensajes de feliz navidad de su exnovia, Borjamari pidiéndole unas banderitas tibetas de oración, y un mensaje bastante críptico de Ro: "Javichulo lo ha hecho, se ha cargado a Bill como habíamos pensado que haría en su delirio. Rodolf me ha recomendado dejar las drogas, pero le he mandado a tomar por culo y le he obligado a devolverme el dinero de todas las sesiones pasadas por ser un inútil que no me ha podido dar ninguna solución. Creo que el rumbo está siendo alterado, aunque aun no hemos sido capaces de viajar más atrás en el pasado, estamos en un punto de inflexión. Y Javichulo ya ha dado el primer paso, ahora te toca a tí. Buena suerte, y Feliz Navidad"

Luas, que no sabía ni quién era Bill, ni Rodolf, no entendía de cursos y variaciones temporales, puso el móvil en modo avión sin contestar a nadie y se metió en la cama. Tenía dolor de barriga crónico desde que le implantaron un alien animatrónico en el estómago, que finalmente por cambios drásticos de guión nunca llegó a aparecer en la serie, y los directivos decidieron que era más barato dejárselo dentro en lugar de tener que buscar a un cirujano experto en animatronics, que seguramente se inventaría que Luas necesitaba un cambio de aceite, un alargamiento de pene, y a saber qué más cosas y acabaría cobrándoles millones de dólares por la tontería del robotito con forma de alienigena. Pero Luas, como siempre, sufría en sus pieles todos los recortes de producción, y en este caso solía tener unos retortijone terribles que acababan con algún tornillo o tuerca saliéndole por el culo al cagar. No era demasiado agradable, pero había aprendido a vivir con ello. Aquella noche, sin embargo, pudo dormir del tirón sin tener que levantarse para ir al baño, una vez que se tumbó boca arriba y los resortes del bicho mecánico no le apretaban ningún organo vital.

Por la mañana se despertó con una sensación de resaca que no podía comprender, le dolía la cabeza y se sentía mareado, con una ligera nausea constante. Quizá fuera la altitud a la que se hallaba - 5416m de altura, y había hecho el ascenso desde los 3000 en un solo día, cosa que no es recomendable porque el cuerpo necesita aclimatarse. A trompicones salió de su habitación y fue hasta la cocina donde se encontraba Didi, la encargada del hostal. Allí, antes de conseguir abrir la puerta del todo, se desplomó en el suelo como un saco de patatas. Didi, completamnte acostumbrada a estas situaciones arrastró a Luas y lo puso cerca del fuego, le metió un diente de ajo en la boca y acompañó su mandíbula con la mano e hizo que se tragara el ajo machacado. Luas abrió un ojo y vio la figura borrosa mirándole a los ojos sin saber quién era ni donde estaba. Poco a poco la imagen fue tomando forma y reconoció a la misma mujer que le había dado la bienvenida el día anterior. Una tos repentina le hizo escupir un trozo de ajo que fue a aterrizar en la mejilla de la mujer, y cuando pudo reponerse le dijo "ཐུགས་རྗེ་ཆེ་།",  a lo que la mujer contestó "ཞུ་དགོས་ཡག་ཡོད་ཡོད་མ་རེད།", se apartó de Luas mientras éste se incorporaba y agarraba el taburete más cercano para sentarse y sacudirse el polvo, y volvió a sus quehaceres. Cogió un tronco de leña y lo echó al fuego, cuando la llama comenzaba a salir por elos agujeros que servían de fogón puso un cazo en uno y comenzó a echar todo tipo de especias y más ajo. Se fue a la esquina de la cocina donde tenía la mesa y empezó a amasar una masa que Luas reconocía como Pan Tibetano, y le encantaba, era lo único que desayunaba desde que había empezado su viaje en el Tibet. Una vez acabada la masa con la sopa de ajo ya hirviendo, puso aceite en una sartén, la puso en el segundo fogón y tiró la masa dentro. Mientras la masa se estaba friendo, puso la sopa en un cuenco y se la sirvió a Luas. Se la empezó a beber poco a poco, porque todavía estaba demasiado caliente, pero Luas, que tiene poca paciencia, prefiere quemarse un poco la lengua antes que tener que esperar. El Pan Tibetano hacía saltar el aceite en la sartén, y Didi lo observaba esperando a que estuviera para sacarlo. Ya había preparado un platito y un pequeño cuenco de miel.

El móvil de Luas comenzó a sonar, lo que era muy extraño ya que lo había puesto en modo avión. Más extraño todavía era el número que le estaba llamando, aparecía como contacto "Javichulo del futuro", pero Luas no recordaba haber guardado nunca un contacto similar, debía ser algún tipo de prank por el día de los inocentes. Pensó en no descolgar, pero luego recordó las palabras que un viejo amigo suyo le dijo un día de lluvia esperando el bus al amparo de un árbol: "Nunca pensé que me la iba a follar de verdad, pero al final lo conseguí, y por el culo, sin condón y acabé con caca por todo el prepucio" y entendió que debía cogerlo.

"¿Si?"
"Hola Luas, soy Javichulo, pero del futuro, tengo hijos y ya peso 90kgs, pero mis pezones siguen siendo del tamaño de dos lentejas. Una lenteja cada pezón, no cada pezón del tamaño de dos lentejas. ¿Lo entiendes?"
"Pues no, para empezar tengo ciertas dudas sobre Javichulo teniendo futuro alguno ya que está destinado a morir, aunque por otro lado está destinado a morir numerosas veces, así que imagino que la muerte para él deja de tener sentido. Lo de los pezones sí que tiene sentido."
"No hables de mí en tercera persona, estoy aquí. ¿Te has bebido la sopa de ajo?"
"Pues aun no me la he terminado, estaba en ello hasta que me has interrumpido. Luego me voy a zampar un pan tibetano con miel, de esos que saben a churros pero no son churros. Son una delicia"
"Ya sé todo eso, Luas, si sabía lo de la sopa de ajo es normal que supiera también lo del pan tibetano, igual que sé que estás haciendo el peregrinaje hacia Lhasa, y sé que lo haces con trampa, sin parar cada tres pasos a tumbarte en el suelo. También sé que nunca te comerás ese pan de ajo por lo que va a ocurrir poco después de que te acabes la sopa."
"Un momento, yo sólo estoy de turisteo, no estoy en medio de ningún peregrinaje, ni siquiera soy budista"
"Ah, cierto, eso es lo que crees todavía, perdona que adelante acontecimientos"
"¿No estarás tratando de sugestionarme para que haga algo que tú quieres que haga? ¿Quieres algún souvenir de Lhasa? Es todo muy caro."
"Acábate la sopa, que se va a enfriar."

La conexión se cortó y Luas se quedó con cara de bobo y el móvil pegado a la cara por unos segundos, hasta que decidió que todo debía haber sido una prank y se metió el aparato en el bolsillo. La sopa estaba ya fría, la temperatura en la habitación era de unos -5 grados centigrados, y es que el sol todavía no había aparecido por detrás de las montañas. Luas sintió un ligero escalofrío y se abrochó hasta el cuello su chaqueta North Fake. Cogió el bol de sopa con las dos manos y se bebió lo que quedaba de sopa.

No era consciente ni estaba preparado para el infierno que estaba apunto de desatarse, pues al levantar la vista del bol la primera revelación de su peregrinaje. Frente a él estaba el Rey Baltasar, lleno de sangre, con las cabezas decapitadas de sus dos compañeros, una en cada mano. Muerta en una esquina y con pinta de descuartización dejada a medias, se hallaba Didi la encargada.

-Estos dos hijos de puta siempre me han menospreciado por ser negro. – Dijo Baltasar. –Así no hay quien reine.

Luas lo miró con ojos de aprobación. Baltasar siempre había sido su favorito, dado que por su condición racial parecía ser, de los 3, el que tuviera la mejor polla bajo la túnica. Aunque se preguntaba a qué venía esta aparición tan random, decidió no preguntar.

-Le entiendo pero… ¿y Didi?
-Didi no me dio ajo, la muy puta. Pero eso ya da igual. Escucha con atención: Aunque llevas meses viajando, tu verdadero camino comienza ahora. Tu verdadero peregrinaje hacia el conocimiento, en pos del escape a la decadencia y la putrefacción. El endurecimiento de tu carne y el despertar de tu conciencia.

-Dígame su majestad. Debo decir que siempre creí en usted y no voy a dejar de hacerlo ahora. Soy todo oído.

Baltasar alzo sus brazos en posición de crucifijo, lanzando las cabezas de Melchor y Gaspar hacia los lados. Su expresión adquirió un tono sombrío.

Debes emprender tu viaje hacia el animal que llevas dentro. Debes explorar el mundo desde fuera hacia adentro. Los problemas y las soluciones son una causa-efecto que te llevará a la perdición. Para superar tus problemas, debes estar por encima de ellos. Verlos desde fuera. Cierra los ojos y sumérgete en La Zona. Navégala y recórrela, pálpala, trépatela y frótatela hasta que conozcas cada uno de sus inexistentes rincones. La Zona es la nada y en ella radica la verdadera solución. Camina y camina. Como sherpa de La Zona guiaras tu alma y la de los que te rodean.Los problemas y las soluciones se unen en ella.

El estómago de Luas rugió y convulsionó. Un retorcijón lo tumbó en el suelo en posición fetal. La imagen del Rey Baltasar se diluye en el aire hasta convertirse en un ligero pedo vaporoso, que se introduce por su ano abierto.

...

Horas despues, Luas abre los ojos. Otra vez con una horrible e inexplicable resaca. Mira a su alrededor y ya ni se sorprende del macabro panorama. Deja a Didi suelo, pero recoge las cabezas reales, las envuelve el papel de aluminio y las mete en su mochila de sherpa tibetano. Estaba decidido, confiaba en su rey favorito y dada la cantidad de fenómenos incomprensibles que había vivido desde el inicio de la serie, ya no se pensaba las cosas dos veces. Baltasar, si nos volvemos a encontrar, te haré sentir orgulloso.

Abandona el albergue y camina a ritmo calmado, piensa en Javichulo, en Ro, en Borja y en Miki. Recuerda a Estrella y al Nigrojaque. Con el paso del tiempo les ha cogido cariño. ¿Será que no es él el único que tiene problemas? Al ser el protagonista de LOS problemas, a veces olvida lo mucho que sufren todos los que me rodean ¿Será que en él está la solución única? ¿Qué es La Zona? Sus pensamientos divagan al ritmo de sus pasos. Atrás se han quedado los estudios de grabación, los platós, Oseania y el albergue de Didi. Envuelto en la inmensidad natural del Tibet, Luas peregrina hacia la salvación. Quizá ahora está más cerca que nunca y su dirección es acertada.

Estos y otros pensamientos rondan su cabeza mientras camina. Una sonrisa se dibuja en su bello rostro iluminado por el sol, al fresco de la brisa de montaña tibetana. Su destino es La Zona y su futuro es ser su sherpa y mayor conocedor, pues sabe que es allí donde se hallan sus reales soluciones.